¿Necesito acudir al psicólogo?


“Los problemas no se pueden resolver en el mismo nivel de pensamiento en que han sido creados”
Albert Einstein

Si te paras a pensar durante un instante, todos los días tomamos decisiones, y muchas de ellas son inconscientes, es decir, que son guiadas  por nuestras experiencias pasadas que se archivan en la memoria de nuestro cerebro. Todas estas formas de aprendizaje son modos que tenemos de afrontar las distintas situaciones. Pero a veces estos modos no son los más adecuados o están desadaptados, y esto nos lleva a tener problemas emocionales.

Los problemas emocionales no dejan de ser otra "conducta aprendida" más, solo que ésta es muy perturbadora para nuestra mente, pues nos crea emociones negativas como tristeza, ira, miedo... Por ejemplo, cuando una persona tiene una fobia (a los perros, a las alturas...) no es porqué este enfermo, sino porque ha aprendido a comportarse de esa forma. De la misma manera y siguiendo los mismos procesos de aprendizaje, una conducta puede "desaprenderse" y ser sustituida por otra que nos ayude a vivir mejor, más adaptativamente.

Algunas situaciones a las que nos debemos enfrentar a diario, las podemos superar sin dificultad con unas estrategias u otras; pero cuando estas nos fallan (o nos faltan) recurrimos a la popular frase de: "el tiempo todo lo cura". Pero muchas veces el tiempo, no soluciona esa situación particular, no porque seamos débiles, sino porque no contamos con los recursos suficientes para enfrentarla. El estrés laboral, problemas de pareja, la llegada de un hijo o el duelo, son algunas de las circunstancias que pueden desbordar nuestros recursos. Y es aquí cuando los problemas emocionales se acentúan: apatía, desmotivación, angustia, desesperanza... Y quizá en esta situación uno debería acudir a un psicólogo, pues con sus herramientas profesionales puede ayudarnos a sobreponernos.

Muchas personas piensan que acudir a un psicólogo, implica asumir la incapacidad de solucionar los problemas por sí mismas. Como decía unas líneas más arriba, tenemos la capacidad para afrontar una situación con las estrategias con las que contamos; sin embargo, cuando las emociones y los pensamientos se hacen tan intensos, nos desgastan, y perdemos nuestra capacidad de autogestión. Y llegados a este punto es de mucha utilidad contar con  una persona neutral que pueda ayudarnos a ver la situación desde otra perspectiva y devolvernos el "control" de nuestras vidas. 

El trabajo del psicólogo, es por tanto, crear un vínculo diferente a la amistad (seguramente muy distinto a cualquier otro tipo de relación), indagar en la historia de quién le necesite (siempre desde el respeto) y facilitar el proceso de cambio.  Y esto último hemos de tenerlo cuenta, pues la labor del psicólogo no es aconsejarnos sobre cómo solucionar nuestros problemas, sino favorecer el camino por el cuál descubrir nuevas formas de afrontamiento o desarrollar las potencialidades que todos tenemos ocultas.


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