Acoso escolar o bulllying: mirando hacia las víctimas.

"Es posible destruir a una persona con palabras, miradas, sobrentendidos: eso es la violencia perversa o el acoso moral."
 Marie France Hirigoyen

  El 5 de agosto de 2013, una adolescente de 14 años llamada Hannah Smith, subió una imagen a las redes sociales en la que se podía leer la siguiente frase: "Crees que quieres morir, pero en realidad lo que deseas es ser salvada". Al día siguiente, fue encontrada muerta en su domicilio por sus padres. Al parecer, Hannah se suicidó ahorcándose tras haber sufrido un acoso a través de una red social. Este es uno de los muchos hechos lamentables que ilustran las consecuencias más dramáticas que supone ser víctima de violencia en la escuela y en especial, el acoso entre iguales o bullying.

No quiero caer en el sensacionalismo, pero tampoco se puede normalizar  esta problemática y considerar que el bullying es una conducta natural entre adolescentes y pasajera. Porque no debemos olvidar que este tipo de actos tiene consecuencias negativas tanto en agresores como en víctimas, pero también en el personal educativo, en las familiar y en general, en el conjunto de la sociedad.

El acoso escolar, es uno de los tipos de violencia escolar que más atención ha recibido últimamente, y se define como una conducta violenta (física o psicológica) entre compañeros caracterizada por su intencionalidad, persistencia y desequilibrio de poder, de modo que la víctima se siente incapaz de salir de esta situación por sus propios medios (Olweus, 2006).

La reacción de las víctimas puede reflejar distintas formas de asumir la posición de la persona ante el acoso y agresión de sus compañeros, y son las siguientes:
  • Pasiva o sumisa: la victima puede interpretar la victimización como una experiencia crítica muy traumática que, junto con su tendencia al retraimiento, mine su autoconcepto y desemboque en síntomas depresivos y sentimientos de soledad.
  • Agresiva o provocativa: en este caso, es posible que la víctima desarrolle actitudes tan negativas hacia sus iguales que, junto con su tendencia a la impulsividad, desencadene una reacción agresiva hacia sus propios agresores u otros compañeros que considera más débiles. 
Características de los tipos de víctimas

Las principales consecuencias psicológicas del bullying son las siguientes:

  • Autoconcepto negatívo y baja autoestima. 
  • Problemas atencionales y de aprendizaje
  • Desesperanza y pérdida de interés en sus actividades favoritas
  • Síntomas depresivos
  • Comunicación pobre
  • Sentimientos de culpabilidad y de soledad
  • Sensibilidad hacia el rechazo y las evaluaciones negativas de los demás
  • Reacciones emocionales inesperadas
  • Problemas de insomnio y flashbacks

Llegados a este punto, y viendo las consecuencias que puede tener en la persona sufrir un acoso escolar, cabe mencionar que además de la figura familiar como agente socializador, el clima escolar existente es un factor muy importante, ya que los adolescentes pasan la mayor parte del día en el aula. Y aquí es donde se debería incidir en la enseñanza de valores como la tolerancia, aceptación y respeto mutuo, para intentar que las situaciones de acoso escolar  (u otro tipo de situaciones relacionadas con la violencia) se reduzcan.

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